jueves, 10 de marzo de 2011

Como manejar una crisis financiera: Reestructuración y medidas

¿Porque reestructurar? Las causas pueden ser variadas, pero uno de los disparadores más comunes de un proceso de reestructuración es una crisis financiera, derivada normalmente de un mal manejo de su dirección.

El objetivo de esta reestructuración será el de salir de la crisis, sanear la empresa y transformarla en una empresa ordenada, rentable y competitiva.
 
Lo primero que se debe realizar es un diagnóstico completo de la empresa. Para elaborar este diagnóstico se han de analizar las áreas de administración, económico financiera, marketing y comercial, industrial y tecnológica, y el factor humano. Mediante este análisis deben estudiarse los estados financieros, las cuentas de resultado, presupuestos de tesorería, costos y márgenes, evolución del mercado y de la competencia, marcas, productos, precios, distribución, tecnología y capacidad productiva, productividad, procesos de fabricación, el organigrama, los sistemas de información, los circuitos administrativos, y los sistemas de control interno entre otras cosas.
 
Este diagnóstico nos servirá para conocer el estado en que se encuentra la empresa, detectar los puntos fuertes y débiles y conocer si la empresa es realmente viable a largo plazo.
 
El siguiente paso es la implementación de un plan de emergencia para lograr la estabilización financiera. Las medidas a adoptar pueden ser:
  • Búsqueda de financiación externa mediante bancos y entidades financieras.
  • Acordar con los proveedores la ampliación de los plazos de pago, establecer convenios de colaboración, de provisión de materias primas, o cualquier otra herramienta que permita algún tipo de financiación en la adquisición de materias primas para la producción.
  • Aportes de capital de los accionistas.
  • Ventas de activos fijos, inmuebles o maquinarias en desuso.
  • Liquidación de productos terminados en stock. Esta alternativa significará mayores compras futuras para reconstituir los inventarios, pero pueden aportar algo de liquidez transitoria y descomprimir la situación financiera en el corto plazo.
  • Autofinanciación: Si la crisis no es de extrema gravedad, posiblemente se consiga estabilizar la situación con el flujo de caja corriente tomando algunas medidas simultáneas como la reducción de los plazos de cobro, ampliación de los plazos de pago, supresión de gastos o el diferimiento de pagos.
  • Refinanciación de la deuda.
  • Concurso de acreedores. Muchas veces la implementación de las medidas anteriores resultan insuficientes para salvar la empresa, y es posible que la única solución sea la presentación en concurso preventivo. Con eso se congelarán los pasivos y la empresa dispondrá de más tiempo y recursos para corregir la situación y no paralizar las operaciones.
 
Una vez que se ha estabilizado la situación financiera y la empresa pueda continuar con sus operaciones de manera normal, se han de implementar una serie de cambios estructurales para lograr la viabilidad a largo plazo. Esta reestructuración consiste en actuar sobre las diferentes áreas y procesos para orientar mejor los recursos y mejorar la posición económica y financiera de la empresa en el futuro.
 
Las medidas posibles son:
 
  • Recorte de personal a causa de una estructura sobredimensionada
  • Baja de costos de estructura
  • Reducción de costos variables de producción y comercialización
  • Análisis de la rentabilidad de las líneas de producto así como de los clientes principales
  • Actualización tecnológica de las maquinarias y sistemas de producción
  • Redefinición y mejoramiento de los circuitos administrativos y sistemas de control
  • Estudio de la manera en que se financiará el crecimiento
  • Estudio de las políticas comerciales y de precios
  • Lanzamiento de nuevos productos y discontinuación de productos de baja rentabilidad
  • Aumento de la productividad

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